jueves, 18 de julio de 2013

Carácter inevitable de las guerras en el capitalismo

Por Demetrio Torres
Extraído de Acero Revolucionario Nº22


El marxismo leninismo descubrió las verdaderas causas y la esencia de los conflictos bélicos. La guerra no es un fenómeno eterno, sino histórico, originado por determinadas condiciones económico sociales. Bajo el régimen de la comunidad primitiva, cuando no había clases ni Estado, y la producción rudimentaria excluía la posibilidad de la apropiación privada, tampoco había guerras.

El desarrollo ulterior de la producción dio lugar a la aparición de la propiedad privada y de las clases. Las causas de las guerras radican, precisamente en la naturaleza de la sociedad de clases antagónicas, en su base económica, la propiedad privada y en sus contradicciones inmanente e irresolubles. La guerra no está en contradicción con los fundamentos de la propiedad privada, sino que es el desarrollo directo e inevitable de tales fundamentos. Las guerras son producto únicamente de la sociedad de clases antagónicas y de los intereses de las clases explotadoras; son la continuación de la política de las clases dominantes.

Los explotadores oprimen a las masas trabajadoras, recurriendo con frecuencia a la fuerza de las armas. En su afán de ganancias, conquistan, saquean y avasallan a los pueblos de otros países, sobre todo de los atrasados y sostienen una continua lucha entre si. Mientras los explotadores sigan dominando la sociedad y decidan los destinos de la política mundial, los hombres experimentarán inevitablemente tragedias sangrientas.

El camarada Stalin realiza aportes importantes con respecto a es aspecto en su obra Problemas Económicos de la URSS, él afirmó que las guerras imperialistas son inevitables y también sostuvo que la clase obrera no debe retrasarse, sino que debe utilizar todas las condiciones favorables para tomar el poder. La coexistencia pacífica fue una política formulada por V. I. Lenin, y no se refería a la "coexistencia pacífica" entre la clase obrera y los capitalistas. Significaba que un país socialista procuraría establecer una coexistencia pacífica con los países no socialistas, lo que conduciría a tener relaciones comerciales y diplomáticas con el mundo no socialista.

Esa fue una política leninista que Stalin apoyó. Para los marxistas leninistas, incluyendo a Stalin, la coexistencia pacífica era una relación entre Estados. Los revisionistas soviéticos deformaron esta política en el sentido de buscar la paz entre las clases explotadoras y explotadas al interior de los países y la paz entre las naciones oprimidas y las naciones opresoras en las relaciones internacionales. Para eliminar la inevitabilidad de las guerras hay que destruir el imperialismo. Stalin escribió esto, acerca de las guerras, en la misma obra: "algunos camaradas afirman que, debido al desarrollo de nuevas condiciones internacionales después de la Segunda Guerra Mundial, las guerras entre los países capitalistas han dejado de ser inevitables... Estos camaradas se equivocan".

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